El ecodiseño o diseño ecológico es la incorporación de criterios ambientales en las fases de: Diseño, producción, distribución, utilización, reciclaje y tratamiento final de cualquier producto. El objetivo es prevenir o reducir el impacto ambiental durante todo su ciclo de vida.

Este enfoque implica tener en cuenta diversas etapas del ciclo de vida del producto. Por ejemplo: la selección de materiales, el proceso de fabricación, el uso del producto, la gestión de residuos y su reciclaje o eliminación. El ecodiseño puede ayudar a minimizar el uso de recursos naturales y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. De la misma manera, contribuye a disminuir la producción de residuos y fomentar prácticas sostenibles en la industria.

El ecodiseño es beneficioso para el medio ambiente. También puede tener ventajas económicas, como la reducción de costos asociados al uso de recursos y residuos. Paralelamente, mejora la imagen de la marca mediante prácticas empresariales sostenibles. En resumen, el ecodiseño es una estrategia integral que busca armonizar la producción y el consumo limitando el uso de recursos naturales e impactos ambientales.

A modo de ejemplo, la producción de una tonelada de textil genera 25 toneladas de CO2, mientras que en la producción de plástico la relación es de 1 a 3, y en la de papel, de 1 a 0,9" (Datos del Instituto de Investigación Textil y de Cooperación Industrial de Terrassa, el INTEXTER (UPC)).

Es importante destacar que a partir del 1 de enero de 2025 entrará en vigor una directiva que obliga a toda la Unión Europea a recoger la fracción textil de los residuos urbanos.

En resumen, en los próximos años veremos contenedores para textiles en las calles, y se espera una transformación en la industria comparable a la que causó la globalización. Se incorporarán nuevas responsabilidades ambientales que afectarán tanto a los canales B2B como a los B2C.

UNI4ME, a través de la economía circular, busca ayudar a las escuelas y a toda la comunidad a entender y consumir textiles de manera diferente. Por ello, apostamos por la fabricación local y actuamos de manera socialmente responsable.

Tratamos la ropa que ya no se utiliza de la siguiente manera: Por un lado, las prendas en buenas condiciones ingresan a un circuito de segunda mano. De esta manera, permitimos que otras familias aprovechen estas prendas aún útiles. Por otro lado, la ropa que ya no puede ser reutilizada se transforma en nuevos artículos prácticos y creativos para la comunidad educativa (upcycling). Finalmente, todo aquel material que no se puede reciclar ni convertir en nuevos artículos pasa por un proceso de transformación industrial para volver a convertirse en hilo. Este hilo se utiliza nuevamente para fabricar nuevo tejido, contribuyendo así a cerrar el ciclo de producción. De esta manera, reducimos la demanda de recursos naturales en el circuito de fabricación. Logramos así la deseada circularidad.

El reto, por lo tanto, no es otro que seguir trabajando para convertirnos en una empresa 100% sostenible y no contaminante. Para hacerlo posible, es fundamental el ecodiseño y acelerar la transición hacia la economía circular.